domingo, 19 de mayo de 2013

metamorfosis

El sonido de nuestros huesos rompiéndose contra nuestro sudor, y tus manos devolviéndome a la vida.
Y los labios, y las cortinas zarandeando mis locuras sobre tu pecho desnudo y mi alma desnuda y tus dedos tecleando la misma melodía de siempre.
En mis costillas. Y mi cabeza. Y mis pensamientos dando vueltas sin cesar creando un huracán sobre la cama que cesa solamente cuando dejas de besar
 y tus labios dejan de respirar y consigues deletrearme que me quieres. Con el corazón. Y me lo dices y me caigo, me retuerzo en tus brazos, desaparece la cama
y las paredes, dejo de ser persona y tú me perteneces. Se rompe el edificio, y me rompo yo contigo, nos desmenuzamos entre pieles que no son nuestras,
que son nuestro pasado, que no son más que el dolor sin amor de los dedos que ya nos tocaron. Y nos fundimos en un sólo cuerpo en el que recíprocos sentimientos invaden nuestros deseos, nuestros anhelos.



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